Por qué ocurre: la liga más atractiva del mundo es también la más peligrosa para los apostantes.
La Premier League es la liga más atractiva del mundo. Es atractiva, pero peligrosa. Los apostantes harían bien en acercarse a ella con cautela, con discernimiento. Es un hecho: en Inglaterra, cualquiera puede ganar a cualquiera en cualquier momento y por cualquier resultado. No hay partidos fáciles, y los favoritos siempre lo son sólo sobre el papel. ¿Por qué ocurre esto?
Inglaterra es hoy lo que Italia fue en los años ochenta y noventa. El campeonato con más estrellas, más dinero y más seguidores. El fútbol se convirtió poco a poco en un fenómeno comercial a finales del siglo XX, perdió su romanticismo. En resumen, se convirtió en un negocio.
El movimiento de resistencia
Sin embargo, no sólo se convirtió en un negocio. En algún lugar, en lo más profundo, permanecieron los sentimientos. El amor por un club. La pertenencia a una comunidad. El orgullo de pertenecer. Se desarrolló un movimiento de resistencia, un feroz movimiento de resistencia con el objetivo de demostrar que, sin embargo, el dinero no puede serlo todo.
Inglaterra estaba a la vanguardia de la cotización de los clubes en bolsa. Se encontró con toneladas de dinero procedentes de Rusia, de los países árabes y otros países asiáticos, de Estados Unidos. Era muy difícil que los equipos de Liverpool o Manchester permanecieran en Liverpool o Manchester, para no ser engullidos por los nuevos propietarios. Pero, en gran medida, se quedaron. La tradición, los seguidores, la historia eran más fuertes que el dinero, por ahora. Por ahora.
Lo mismo ocurre con los equipos de los distritos londinenses. El Arsenal-Tottenham es un duelo entre superricos, y al mismo tiempo es esencialmente la misma rivalidad entre dos equipos del norte de Londres.
De ahí viene la formidable fuerza del campeonato inglés. De la realidad de que, más allá de las estadísticas, más allá de la forma momentánea, más allá de la inspiración de grandes entrenadores, más allá de los futbolistas excepcionales a los que se pagan sueldos imperiales semana tras semana, hay algo más en juego: el pasado.
Cuando uno quiere apostar en un partido en Inglaterra, haría bien en estudiar muy detenidamente el pasado lejano y muy distante de ese partido. El fútbol en Inglaterra tiene, más que en ninguna otra parte, raíces.
Al mismo tiempo, a día de hoy, la lucha por el título sigue abierta. El Tottenham está en caída libre, las maletas de Conte están en la puerta, la era Luis Enrique se está preparando. La lucha por el descenso es apasionante, y los equipos que juegan en mitad de la tabla siempre pueden darle la vuelta a la clasificación. Y entre el City y el Arsenal, quien diga que ya conoce al ganador se la juega.