En la Liga está más claro que en ningún otro sitio dónde acaba el pasado y empieza el futuro. La era Simeone en el Atlético está pasando, y los últimos meses han sido llenos de agonía y no hay indicios de que vaya a ser diferente a partir de ahora. La era Modric-Kroos en el Real Madrid también está pasando, y la era Valverde-Camavinga-Tchouameni es hasta ahora una promesa incumplida.
¿Buscas el futuro? Está en Cataluña. Xavi consiguió por fin darle la vuelta al Barça.
Aunque joven, Xavi es un conservador redomado que apuesta por el estilo que convirtió a España en campeona del mundo y al Barcelona en el equipo más bello del tercer milenio.
Xavi no puede librarse de los ecos del tiki-taka. Y Gavi y Pedri no son, como vimos recientemente en la final de la Supercopa contra el Real Madrid, más que copias de Iniesta y el propio Xavi.
La segunda juventud de Lewa
Comienza así la era Pedri-Gavi, y el Barcelona tiene otro as en la manga: Lewandowski. El viejo polaco está en su segunda juventud, lejos del nublado Múnich, en la soleada Barcelona, lo que es bueno para unas rodillas que ya no son las de los veinte años.
El Barcelona ocupa el primer puesto de La Liga, tras haber comprometido su temporada europea, pero eso será una ventaja para las próximas etapas del campeonato.
El Real Madrid está a sólo tres puntos en la clasificación, pero también tiene la vista puesta en el doblete de febrero en la Liga de Campeones, la reedición de la final del año pasado contra el Liverpool.
Gana el que comete menos errores
Echando la vista atrás, el Barcelona es el equipo que menos errores cometió en las dieciséis primeras jornadas de Liga, con una sola derrota. Es el equipo que menos goles ha encajado, sólo seis. Y también es el equipo en mejor forma, capaz de endosarle tres goles al Real Madrid.
Lo más probable es que Messi no regrese al Barcelona en verano, como aún sueñan los nostálgicos catalanes. Al mismo tiempo, mientras tanto, el Barça ha construido un nuevo equipo que juega al estilo del antiguo y, aprovechando el final de otras épocas, tiene la oportunidad de ganar trofeos.
Y Xavi, después de todo, como ya he dicho, se convirtió en entrenador. Atrás quedaron los tiempos en que se pensaba que los grandes futbolistas no podían ser buenos entrenadores. Es un dicho anticuado. En el siglo XXI ya no se aplica.
Xavi es sólo el último nombre de una lista mucho más larga, en la que Zidane sigue estando por delante de todos ellos – quien, viendo la temporada del Real hasta ahora, probablemente acabará de nuevo en Madrid, ya que Don Carlo está mostrando serios signos de fatiga, y a Florentino Pérez le gusta jugar con las cartas que se han repartido antes.
El futuro es una cuestión de pasado lejano, pasado reciente y presente. Con todo, el Barcelona se encuentra por ahora en una forma fantástica. Porque en estos momentos el Real Madrid, el equipo más glorioso de la historia europea, está sufriendo mucho.