En Italia, esta temporada es fácil de resumir: toda gira en torno al Nápoles.
Cualquiera que haya estado en Nápoles, aunque sólo sea una vez lo ha aprendido: en Nápoles sólo existe el equipo de fútbol Nápoles. Y el resto del mundo no es más que eso: otras personas.
Nápoles y los demás
Esta temporada de la Serie A es la primera desde Diego Armando Maradona en la que los napolitanos han podido hacer honor a su orgullo: se trata del Nápoles desde el principio. Los demás no importaban.
Cualquiera que haya estado en Nápoles, aunque sólo sea una vez lo ha aprendido: la lengua napolitana es la más bella del mundo y siempre va por delante del italiano. Y Diego Armando Maradona, futbolista y hombre, conocido por su genialidad con el balón redondo, pero también por sus pecados, era un santo. Patrón de la ciudad, a la que también devolvió su espíritu de lucha y su dignidad. No es negociable.
Águila
Los campeonatos se ganan cuando no se cometen errores con equipos pequeños y medianos. La forma en que el Nápoles ganó al Salernitana (que lucha por evitar el descenso) tranquilizó a los aficionados blanquivioletas. El barco navega entre tormentas, y si surgen problemas aparece Osimhen para marcar.
Victor Osimhen es el único nigeriano que juega al fútbol en Europa en la actualidad y habría tenido un puesto en la selección de oro de Nigeria de 1994 junto a Okocha y Amunike.
El Nápoles está en marcha, y los únicos que podrían tener algo que decir fueron los milaneses. Salvo que el tiempo pasa y el Milan está cada vez más lejos de lo que fue. El «diablo milanés» es un recuerdo, sobre todo tras el reciente 0-4 contra el Lazio y después del vergonzoso 2-5 con Sassuolo. Esta temporada la moda está el Supersonico del Sur.
Pasión, furia y dinero
A este engranaje casi milagroso construido por Spalletti no le falta de nada: tiene una edad ideal (la media de edad de los napolitanos en el partido contra la Salernitana era de 27 años y cuatro meses), una defensa fiable, un centro del campo serio y un ataque explosivo.
Los napolitanos han construido en las últimas décadas, con pasión, furia y dinero, un Supersonic capaz de arrasar en la Serie A e incluso en la Liga de Campeones. Se dirá, por supuesto, que es superstición que el renacimiento napolitano empezara realmente tras el ascenso al estrellato de Diego Armando Maradona. Pero, ya sabes, los napolitanos creen en las supersticiones.
PD: Tras la muerte de Gianluca Vialli, aquí están sus equipos del alma, la Sampdoria y el Cremonese, también con un pie descendido a la Serie B, y la Juventus tampoco se encuentra demasiado bien tras ser dejada sin 15 puntos y quedarse sin líder.
Se ha ido Vialli y nada podrá llenar el vacío que dejó en el corazón de todos los verdaderos amantes del fútbol, pero al menos no verá descender a la Sampdoria. ¿Es una casualidad? Tal vez. Pero incluso en Génova y Cremona, al igual que en Nápoles, la gente cree en lo inexplicable.
